Empeórase la batalla
de la Vega del Escobar
casi perdiendo Ramiro,
suplica este, al rey del Cielo
y luego se quedó dormido
San Martín y Sebastián
con Santiago de la España,
bajaron del Cielo Santo
a defender la batalla.
Traía Santiago, un caballo blanco
y una cruz de oro brillante,
desbaratando a los moros;
con su espada fulminante.
"Maldita seas, Vega,
que no des escobas ni hierba
sólo un barbita de cabra
para que pazca la borrega"